Los beneficios de una empresa vienen determinados por la diferencia entre los ingresos y los costes. Por lo tanto, si nos encontramos en una situación durante la cual se vende menos de lo esperado, la vía para mantener unos beneficios es mediante la reducción de los costes.
Cuando se habla de este aspecto, lo primero que viene a la cabeza a mucha gente son reducciones de plantilla. Ahora bien, hay que tener en cuenta que, a menos personal, se puede poner en peligro la calidad del producto y la imagen de la empresa. Existen, pues, otras formas de reducir costes distintas, que mostraremos a continuación:
Para realizar un analisis puede tomarse datos de un ejercicio anterior o un semestre anterior.
1) Identificar todos los costos y gastos del año anterior e insertar en una hoja de trabajo;
2) Separar los costes por tipo, es decir, variables y fijos;
3) Fijar meta de reducción de cada ítem del gasto. Esta previsión debe realizarse mensualmente;
4) Comparar lo que se ha previsto con lo que realmente se gastó y verificar el logro de las metas. Si no se han alcanzado, identificar las razones;
5) Desarrollar el hábito de diagnosticar, planificar, organizar, dirigir, controlar y evaluar los resultados;
6) En la elaboración del plan de reducción de costos, elija como prioridad las cuentas que demandan menor dificultad para disminuir;
7) Concentrarse primero en los costos asociados a desperdicios de dinero, o a los costos que envuelven las áreas de resultado: Compras, Ventas, Producción y Logística;
8) Trabaje con los gastos con mayor valor, pues ellos ofrecen una óptima oportunidad de economía;
9) Manténgase atento a los niveles actuales de calidad de la empresa para que el corte en los costos no afecte atención, calidad y clientes;
10) En caso de dificultad para seguir los pasos anteriormente descritos, debe buscar ayuda de un profesional especializado en costos o cursos para capacitación en esa área.